Un cómic que hice en 1995 con el que gané algún concurso de cómic. El premio eran como 20.000 pesetas pero... ¡Qué bien me vinieron entonces! (Creo que me las gasté ese mismo día). Un amigo mío me dijo entonces que mi estilo se parecía al de Robert Crumb, ¡que halago! esta claro que no tenía ni puta idea de cómics, porque seguramente el hijo de Robert Crumb con 7 años ya dibujaba mejor que yo entonces.
El cómic tenía 4 páginas en las que el pozo salía en cada viñeta. Como entonces no existían los ordenadores (Excepto en casa de Gill Bates) fotocopié el pozo y lo fuí pegando con mimo en cada viñeta: